Después de una semana preparándolo, por fin estábamos en la habitación de un discreto hotel. Mis movimientos, durante días, habían tenido la técnica de una partida de ajedrez…Me dijo que iba un momento al cuarto de baño y se puso unos horribles zapatos… ¡se acabó el misterio!; la partida iba a terminar de cualquier manera.
Pilar
1 comentario:
Me gusta mucho tu texto. Es un texto tan breve no solo has consiguido colar las 3 palabritas si no que has contado una historia al completo. Para mi denota mucho ingenio.
Publicar un comentario